Ahora miro hacia atrás y recuerdo como fueron viniendo las cosas al departamento financiero. Yo llegué en el mes de junio, la verdad es que había bastante trabajo pero la gente estaba más o menos tranquila. Los clientes hablaban contigo de su problema concreto y pensando que era único. Nadie pensaba que esa era la misma situación que estaban viviendo el resto de empresarios. La verdad es que yo al principio tampoco. Hombre! las cosas estaban más difíciles con los bancos que años atrás pero no pensé que se fuera a generalizar el problema tan rápido.
Un poco más adelante la gente empezó a ponerse más neviosa, los problemas de liquidez ya eran acuciantes, y tengo que decir que en los últimos meses del año las entidades bancarias se fueron cubriendo las espaldas cerrando líneas de financiación para evitar impagados para el cierre del ejercicio. Esa fue la peor fase porque fue cuando la gente tomó conciencia de que poco se podía hacer más que esperar o cambiar rápidamente.
Hablo todos los días con empresas que han sabido adelantarse a esta crisis, gente que empezó a hablar de ella cuando en los medios sólo se susurraba... A estas empresas la crisis financiera les ha hecho menos daño pero no podemos olvidarnos de que en España se han dado dos crisis al mismo tiempo y por eso la padecemos tanto, hay que diferenciar: Por un lado está la crisis financiera, ésta es mundial, la íbamos a ver de todas formas. Por otro lado está la crisis del sector de la construcción. En España estamos viendo las dos juntas, una afecta a la otra y las empeora mutuamente, es la pescadilla que se murde la cola.
El ciclo económico de este sector es aproximadamente de 20 años (no es casualidad que sea el mismo intervalo de tiempo que se estima para una generación). El último gran boom de la construcción en este país fue en los años 70 (véase Benidorm, por ejemplo) y a finales de los 80 entró en crisis. Veinte años después tenemos otra. Y esto va a ser simpre así, el mercado inmobiliario se satura y el sector entra en crsis.
Desde luego, aquí el mercado se estaba saturando y en un año probablemente hubiera entrado él solo en recesión pero la crisis financiera (que llegó un poco derepente para la gente que no está al día en estos temas) lo precipitó todo y no a todo el mundo lo cogió preparado. Evidentemente, cada vez que un sector entra en crisis hay empresas que se quedan por el camino, pero en empresas más o menos fuertes no tiene porqué implicar más que una caída en la facturación. La causa fundamental de la situación que ahora estamos viviendo es que aquí se produjeron los dos fenómenos al mismo tiempo. No hay que olvidar que el sector de la construcción y sus empresas auxiliares generaban aproximadamente un 40% del PIB, si unes una caída de la facturacion a la falta de un colchón financiero para pasar los primeros momentos y volver a adaptarse a la nueva situación lo que te encuentras es la situación actual.
De todos modos yo veo todos los días buenos proyectos y no hay que desesperar. Las entidades bancarias al fin y al cabo son empresas y tampoco dejan pasas así como así un buen proyecto de inversión. Lo que hay que hacer es pensarlo, prepararlo, estar seguro y venderlo.
María F.
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